El Audi autónomo ha tomado el carril de alta velocidad, acercándose a la disponibilidad de la producción a paso de corredores. Para tales fines, la firma de Inglolstad probó un prototipo sobre la última generación del Audi RS 7, en una de las pistas de carreras más desafiantes del mundo: la Sonoma Raceway de California. El modelo superó todas las mejores actuaciones anteriores, una vez más, por lo que Audi también ofrecerá la posibilidad autónoma en la próxima generación del Audi A8.
“En Sonoma, tomamos los Audi RS 7 autónomos, logrando una tarea de precisión uniforme“, dice Thomas Müller, que es responsable del desarrollo de sistemas de frenos, dirección y asistencia al conductor en Audi. “El modelo de los cuatro aros obtuvo tiempos de vuelta mejores que las de los conductores de automóviles deportivos.”Efectivamente, a este RS 7 le tomó apenas 2: 01,01 minutos completar los 4,050 metros o 2,5 millas, del circuito.
Desde hace algún tiempo, Audi ha estado probando autónomos bajo condiciones cada vez más difíciles. En octubre de 2014, un RS 7 apodado “Bobby”, completó una vuelta sin conductor en el circuito de Hockenheima velocidades de hasta 240 km / h o 149.1 mph. La nueva generación del modelo se llama “Robby”, tiene una potencia de 412 kW (560 CV) y es de alrededor de 400 kg (881.8 libras) más ligero que su predecesor. Ya sea frenado, la dirección o la aceleración, el vehículo pilotado controla todas las funciones de conducción de manera totalmente autónoma y con la máxima precisión.Audi también se puso a prueba en pruebas de conducción en la situación difícil del tráfico por carretera real.
Al inicio de 2015, “Jack”, un Audi A7 conceptual sin piloto ofreció muchas soluciones para fines de producción, yendo por la vía pública, en su ya célebre recorrido de Silicon Valley a Las Vegas para asistir de esa manera al Consumer Electronics Show (CES). Poco después, este vehículo también condujo de manera autónoma en autopistas alemanas a velocidades de hasta 130 km / h u 80.8 mph. En el CES de Asia mayo 2015, los periodistas también tuvieron la oportunidad de experimentar la conducción autónoma en el tráfico de una megaciudad como Shanghai.
Las tecnologías para la conducción pilotada destacan por la seguridad, ahorro de tiempo, eficiencia y conveniencia.
