Servicio de TTC.- Todo especialista en el tema que se precie sabe que el turismo es una industria global y altamente competitiva. También es cierto que ese sector de altos ingresos es vulnerable, no sólo a las crisis económicas, sino también a los desastres naturales e incluso a los brotes de la guerra y las epidemias.
En otras palabras, el turista es muy sensible a la percepción de peligro y a la falta de seguridad y protección. Eso explica que la incidencia del crimen y la delincuencia en un destino de turismo representan tal vez la amenaza más grave para que los viajeros de vacaciones dejen de arribar.
Existen ejemplos elocuentes. No es ningún secreto que el terrorismo es uno de los crímenes al que los turistas temen más cuando están en un país que no es el de ellos. Algunas cifras dramáticas lo demuestran. En las semanas posteriores a los ataques del 11 de septiembre en Nueva York y Washington una serie de aerolíneas con experiencia de décadas, y no todas estadounidenses, se derrumbaron.
Después de esos ataques y según la Organización Mundial del Turismo (OMT), las llegadas de turistas internacionales cayeron un 1,3 por ciento, la única disminución significativa desde la Segunda Guerra Mundial.
En el Caribe, La Organización Caribeña del Turismo estimó en su momento que las llegadas de estadounidenses a las islas cayeron en alrededor de un 20 por ciento entre septiembre y diciembre de 2001. Las llegadas desde Europa sufrieron una cañida del 15 por ciento durante el mismo período.
El Caribe es la región que más depende del turismo en el mundo. Las estadísticas indican que el tema de la seguridad es crucial en el negocio. Existe la certeza que la falta de seguridad y de protección adecuada ponen en peligro el futuro del turismo en cualquier lugar del mundo.
Los países del Caribe parecen entender bien la urgencia del asunto y por eso la región convocó a una Conferencia Internacional del Caribe denominada Safety & Security 2015.
Los organizadores de ese encuentro el próximo junio anunciaron que el objetivo principal de este es propiciar los conocimientos sobre el tema mediante el intercambio de experiencias y para mejorar la seguridad del turismo y la seguridad en el Caribe. También proporcionará una oportunidad única para reunirse con cientos de profesionales de esa rama en todo el mundo. Algunos temas a abordarse son el Estado de Turismo en la región del Caribe, Experiencias de pasajeros, Festival de Seguridad, Policía de Turismo, Seguridad en los cruceros, y la trata de personas.
Por supuesto que los delitos que pueden ocurrir todos los días, son mucho menos impresionantes que los actos terroristas masivos, pero son capaces de restar prestigio a los más excelentes destinos turísticos. Este es el caso de Jamaica y otras islas del Caribe que ya hace algunos años toman medidas para luchar contra la delincuencia y han decidido hacer frente a este problema públicamente, con el fin de advertir a los turistas a tomar sus propias medidas.
Jamaica tiene una de las tasas más altas de homicidios per cápita del mundo. Un estado de emergencia en 20 su capital, Kingston.
Una medida contra tales situaciones son los consejos en la prensa y en lugares públicos a los turistas para que esteén prevenidos por ejemplo contra estafas de sus tarjetas de crédito.
Algunos estafadores en Jamaica se dedican a hacer copias de esas tarjetas de crédito cuando un cliente paga con esta en un restaurante o comerciante. Los cajeros automáticos también pueden ser manipulados para robar información de la tarjeta, y ciertos individuos se dedican a observar ante los cajeros automáticos para tratar de robar su contraseña.
Una de las recomendaciones es que el turista evite el uso de tarjetas de crédito o cajeros automáticos siempre que sea posible. Para ello tendrá que llevar suficiente dinero en efectivo para cubrir las necesidades del día.
Inbdudablemente la conferencia de junio en Barbados puede ayudar a las islas del Caribe a combatir de manera más efectiva el crimen contra sus clientes.