Servicio de TTC.- El plan de Cuba para 2015 es atender a más de tres millones de turistas de todo el mundo, como lo hizo en 2014. Pero si ocurre una llegada masiva de “americanos” la cifra podría aumentar en un millón, según especialistas.
Los turistas “yankees” dejaron de visitar la isla del caribe cuando los gobiernos de las dos naciones rompieron relaciones en enero de 1961. Más de 50 años después las cosas cambiaron sorpresivamente el 17 de diciembre de 2014. Los expertos aún analizan el alcance de los acuerdos que anunciaron ese día al mundo por los presidentes Barack Obama en Washington, y Raúl Castro en La Habana, pero parecen coincidir en un punto: No está lejos el momento en el cual los turistas “americanos” podrían “inundar” el pequeño país caribeño.
Ese criterio lo reafirmó otro anuncio de Estados Unidos, esta vez el 16 de enero pasado, apenas un mes después del primero, cuando cobró vigencia una “flexibilización” de las restricciones que aplica Washington sobre los ciudadanos estadounidenses que quieren viajar a la isla caribeña.
Las nuevas normas del Departamento del Tesoro eliminaron exigencias a esos potenciales viajeros y los liberaron de tener que obtener permisos especiales del gobierno en Washington para viajar en grupo a la isla con fines educativos.
Según la opinión de analistas, a partir de ahora la mayoría de los viajeros estadounidenses aún deberán incluirse en grupos supervisados, pero ahora casi cualquier compañía u organización puede ofrecer esos viajes sin las inspecciones que desalentaban al turista en el pasado. Algunos operadores de tours esperan que muchos turistas ignoren directamente las restricciones.
A partir de las nuevas medidas, algunos especialistas pronostican que los viajes de estadounidenses al país caribeño se duplicarán ya en 2015. Los “americanos” ya son vistos frecuentemente paseando en Cuba. Se calcula que alrededor de 100.000 de ellos estuvieron en “la isla prohibida” desde que el presidente Obama autorizó en 2011 los “contactos pueblo a pueblo”, un programa que permitió hasta ahora viajes restringidos a Cuba de ciudadanos estadounidenses interesados en conocer su sociedad sin comportarse como turistas.
Las autoridades cubanas dicen confiar en que el país puede absorber un aumento del número de turistas. De hecho, ya lograron en 2014 atraer a poco más de tres millones de turistas de diversos países del mundo y se disponen ahora a tener una buena temporada invernal o alta.
En 2015 la industria cubana del ocio, que es la segunda en importancia de la economía cubana después de las exportaciones de servicios de salud, tratará de aprovechar durante el invierno boreal el aumento de las operaciones aéreas desde Canadá, Alemania, México y países de Europa del Este, incluyendo Rusia y sin olvidar China.
Según expuso el ministro del ramo, Manuel Marrero, al parlamento en diciembre pasado, otro incentivo para el crecimiento de la industria del ocio nacional serán las 240 escalas de cruceros en puertos del país en esta temporada alta de turismo.
De cualquier manera, la “ola” de arribos de estadounidenses de vacaciones puede tensar el sector. Estudios especializados calculaban que en un primer año tras la cancelación de las prohibiciones que aplica Washington sobre Cuba podían llegar a esta nación alrededor de un millón estadounidenses. Los mismos cálculos afirmaban que en años subsiguientes la cifra de clientes anuales del país vecino en Cuba podría llevar al doble la cifra global de turistas anuales en Cuba a alrededor de seis millones.
